jueves, 25 de septiembre de 2008

Sin dirección



Anoche recordé un libro de cuentos que tengo hace tiempo: El jardín del alma de Sri Chinmoy, lo abrí al azar y leí esta frase:

"Sólo serás feliz si le preguntas a Dios cómo puedes hacer las cosas a su manera"

Y me quedé con la sensación esa que tenemos cuando hemos encontrado una respuesta, lo que pasa es que no le encuentro el sentido. Porque además, a mi, no me gusta hacer las cosas a la manera de los demás. Pero es una frase para reflexionar en ella.

Siempre pensé que en la vida había más que lo que se ve a simple vista, durante muchos años, muchos, he leído libros de espiritualidad, de spicología, de los llamados de autoayuda, pero ha llegado un momento que siento que ya no me dicen nada los libros. Hay algo que yo no he sabido ver por el camino y que quizá sea la vida misma. Me he bajado del tren, porque ahora no sé a donde voy y me sentaré en el anden a esperar.
No sé, quizá encuentre alguna brújula que me marque el norte y sepa que dirección seguir.

8 comentarios:

Assumpta dijo...

Eso de sentarse un poco a reflexionar cuál es el camino que hay que seguir me parece una postura inteligente.

La frase que encontraste es, desde luego, para meditarla :-)

A veces vamos dejándonos conducir por los caminos que nos llevan otras personas, o la inercia, o el miedo a cambiar...

Preciosas las imágenes :-)

Raquel dijo...

Hola Assumpta, gracias por tu visita. Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola guapa, me encanta la frase y las reflexiones que, a partir de ella, se pueden formular.
En principio, me parece que todo depende de lo que creas. Si crees que somos parte de Dios, que Dios "Es" nosotros, entonces no te están pidiendo que busques respuestas "fuera" sino "dentro"; no que hagas algo "a la manera de cualquier otro" sino a la manera en que "la parte divina que hay en ti" sabe hacer.
Esa brújula que buscas está escondida en el fondo de nuestros corazones, esperando el día en que nos atrevamos a mirar y, más difícil aun, a seguir sus indicaciones... Todos la hemos presentido en muchos momentos, es ese temblorcillo en las tripas, cuando estás por tomar una decisión, que te dice "por ahí, sí" y llena todo tu cuerpo de ligereza, certeza y bienestar, o por el contrario, cuando el veredicto es "por ahí no" sientes una contractura, como si algo que comiste no te sentó bien y te planteas si no estás a punto de cometer un error.
Hay una parte de nosotros que sabe qué hacer para ser feliz, pero para ser felices no basta con descubrirlo, además deberemos hacerlo, porque si no, seremos una eterna promesa, nunca una realidad -como una semilla, sabemos que en su interior contiene un potencial de vida para crear todo un bosque, pero si no la plantamos, regamos, cuidamos y abonamos, éste nunca llegará a ser-.
Lo dicho, me encanta esta frase.
Gracias por compartirla con nosotros

Raquel dijo...

Hola Rosa, bienvenida de nuevo y gracias por tu aportación, sí, creo que va por ahí, Un beso.

Unknown dijo...

Suelo dejarme seducir por el propio destino. El camino siempre es lo de menos. De cualquier parte uno puede seguir aprendiendo...
En el fondo cada uno de nosotros, terminamos haciendo las cosas a nuestra manera. Es lo mas lógico.
Un fuerte abrazo

Raquel dijo...

Hola Jan, si... es cierto de cualquier parte uno puede seguir aprendiendo, sólo hay que estar dispuesto.
Un saludo y gracias por la visita

.. dijo...

Raquel.. yo creo que ya incorporaste mucha sabidurìa y ahora estàs como "en relax" para empezar a detectar por vos misma, còmo aplicar todos tus conocimientos.
Con respecto a la frase.. lo primero que se me ocurre, es que si hacemos las cosas a la manera de Dios, nos serà todo màs simple y sencillo que hacerlo "a nuestra manera" (ojo, es mi humilde opiniòn)
Precioso post, saludos Raquel!

Unknown dijo...

Todo forma parte de un proceso. Tal vez sea una etapa más el sentarse ahí quietecito a esperar, lo cual no quiere decir que sea algo definitivo.
Solemos tener tendencia a etiquetar, a ir diciendo a cada paso "esto es ya es así" y luego resulta que también eso cambia.
Hace poco tuve la misma sensación que tú. Escuché una frase similar a Eckart Tolle en una entrevista. Venía a decir así: Normalmente solemos preguntarnos "¿qué podemos hacer con nuestra vida? ¿qué quiero hacer con mi vida?", cuando en realidad podíamos preguntarnos ¿qué es lo que la vida espera de nosotros? ¿qué es lo que quiere la vida para nosotros?"
Sin llegar a entenderlo del todo, como en tu caso, resonó dentro de mí como un hallazgo. Quizá no haya nada que entender sino actuar más en consecuencia.

Un besillo.